Esta
semana el tema propuesto ha dado mucho para pensar…son tiempos difíciles para todos, en
casi la totalidad de países nos enfrentamos a problemas económicos que de una forma u otra, hacen
difícil sobrellevar el día a día, pero, si nos ponemos a pensar un poco, nuestros problemas se
hacen tan pequeños y tontos cuando vemos lo que viven todas esas personas que han
tenido que dejar todo y buscan un país que los acepte…por ellos, por los miles
de refugiados, son estos relatos con el tema propuesto por Nieves en Matices deColores..
Con el llanto oculto en un mar ensordecido de cientos de personas, Sahida camina con su bebe en brazos…hace semanas viste la misma ropa que llevaba puesta aquella tarde que la gente huyó de Ramadi ante el aviso de la llegada de El. No pudo recoger nada, como pudo, salió a unirse a la horda de personas que buscaban
llegar a la frontera húngara esperanzados por lo que Alemania les ofrecía…”Las
puertas abiertas para todos ellos”…
Sahida tenía familia en
Bagdad y con tan solo cruzar el puente de Bezaibez hubiera podido buscar a sus
padres, pero aún recordaba como le habían maldecido por enamorarse de Abu, y
ahora, aún cuando su esposo había muerto enfrentándose a los yihadistas, sabía que no
la recibirían y mucho menos con su hijo…estos pensamientos le aligeraban el
viaje llegando a no sentir las personas que chocaban contra ella a medida que
se acercaba a la frontera, pero de pronto, todo colapsó…
La
policía comenzó a perseguir a grandes y chicos con garrote en mano haciendo que
rodaran por el piso … recordó cuando le contaban en las clases de historia sobre
aquella época en que los europeos perseguían a los hombres de color y los
atrapaban como si fueran animales para convertirlos en esclavos…ella sorteaba los
golpes de uno y otro mirando fijamente el final del camino que tenía próximo… maldecía
las políticas mundiales que se llenaban la boca hablando sobre los derechos
humanos…ya le faltaba tan poco…en unos segundos estaría del otro lado y la
pesadilla terminaría...
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“Este
jueves, la Policía húngara anunció que ayer interceptó a 3.241 refugiados,
entre ellos 700 menores, que intentaron cruzar la frontera de manera ilegal…Algunos
de ellos han escapado por las vías del tren rumbo a Budapest…”
Apretada entre un grupo de personas que caminan con
los pies reventados por las heridas en las vías del tren, se encuentra Sahida
con su niño quieto en brazos…en su cuerpo aún se observa el hilo de sangre seca
y la marca del alambre Made in Spain que se le enrolló en su cuello…
Tu relato es tan real que me ha puesto la piel de gallina. Trasmites muy bien la situación de los refugiados.
ResponderEliminarUn saludo.
La gran paradoja de este mundo es que para que algunos vivamos muy bien otros deben vivir muy mal. Si las fábricas de armamento están en plena producción... No se fabrican coches si no se venden; es el mercado quien marca el flujo de las cadenas de montaje. No hay escrúpulos, el dinero es apátrida y no tiene alma, tiene sed insaciable.
ResponderEliminarMe ha dado un escalofrío al leerte Mirella, nos adentras de pleno en la historia que puede ser tan real... Sahida puede ser cualquiera de las mujeres que tratan de huir en estos días, ese bebé cualquiera de sus hijos...
ResponderEliminarMuy buen aporte!!
Besines...
Dura historia la que cuentas y no por eso irreal... cuantas vidas perdidas por la sin razón del ser humano.
ResponderEliminarGracias por acompañarme y por tu aportación...
Besos!!
Made in World, diría yo. Pura hipocresía. la historia se repite, una y otra vez...
ResponderEliminarPero yo tiemblo cada vez que veo algo así... y es rabia, impotencia... vergüenza...
Eso es una sin razón, un sin vivir... pero no hace falta ir tan lejos, lamentablemente.
Un abrazo muy fuerte.
¡Qué horror!, se pone la carne de gallina de pensar que eso que estamos plabmando a modo de relato no es tal, sino una cruda y terrible realidad.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte.
Terrible, pero real. Espero que pronto se encuentre una solución a tanto desatino.
ResponderEliminarUn abrazo
Terrible. Conmovedora historia que has hilado con la crudeza que el tema merece.
ResponderEliminarUn abrazo
Terrible la historia de Sahida y de tantos otros, solo le queda seguir adelante aunque lo que le espera sea mas odio. Estremecedor pero muy bien escrito.Besos.
ResponderEliminarTerrible la historia de Sahida y de tantos otros, solo le queda seguir adelante aunque lo que le espera sea mas odio. Estremecedor pero muy bien escrito.Besos.
ResponderEliminarHoy, desgraciadamente, la historia de las historias. Al parecer, no todos descendemos del mono, al menos del mismo. Habrá que recordarle a Darwin que hay monos altos y rubios y otros, la mayoría, bajitos y morenos.
ResponderEliminarBuen texto.
Besos
Una historia muy bien narrada, mantienes la tensión hasta el terrible final.
ResponderEliminarCon respecto al tema que se trata en esta convocatoria, has plasmado el horror de miles de personas, !Cuanto sufrimiento innecesario! Intereses de aquellos que ostentan el poder, todo se reduce a eso.
Besos.
Al hilo de tu relato mi mente ha divagado hasta hacerse una pregunta que tal vez sea demasiado ingenua, ¿por qué perseguimos yihadistas y no traficantes que les facilitan armas?
ResponderEliminarPorque el negocio del armamento y material represivo (como las vallas) es muy rentable?
Dios, ¡qué asco!
Tu relato, acercándonos a una víctima, me ha gustado mucho. Besos.
El colmo de la hipocresía. Vendemos armas y ponemos el grito en el cielo porque se matan entre ellos. Esas concertinas de cuchillas afiladas made in spain son el símbolo de la cerrazón de una Europa, vieja Europa, que presume de valores mientras cierra sus puertas a cal y canto.
ResponderEliminarUn abrazo.