Lo
que antes para mi era el estado perfecto de coitus soñoliento interruptus, ahora
se ha convertido en una maratónica pelea contra mi misma…Necesito dormir al
menos 10 horas, o las 8 que estipulan los galenos, pero por mas que lo intento,
el sueño se demora en llegar y las divagaciones nocturnas se alargan sin
decirme adiós…No quiero pensar que estoy en un estado de cosas pendientes, todo
lo que fue…ya fue, siempre hay quien se va y quien se queda…no hay caminos de
regreso cuando el desamor se queda pendiente
de un bostezo…
Y
las horas caminan en sillas de ruedas, y los segundos cojean con sus muletas, y
en medio de ese baile sordo del segundero de un reloj electrónico, me intoxican
los kilómetros de distancia y me falta el aire, los pensamientos por mas que
los estrello contra las paredes de mi cuarto no se aquietan y es vano el
intento de cambiarles las fundas a las almohadas de las penas, cuando éstas ya ni
se acuerdan de cómo se hacía para sonreír…
Y
prefiero guardar la noche suave de esta habitación en un cajón sin llave, donde
se muera por falta de aire este corazón que antes latía en cada concierto de tu
boca… ya no quiero soñar para no tener que encontrarte, le he puesto cartel de cerrado por derribo a todo pensamiento que me haga recordarte...no quiero ser la Penélope en la estación
del tren, no quiero ser la copa rota de la cual bebías cuando tenías sed…ya no
te quiero en mis sueños, ya le bajé el telón al paraíso del corazón en esta historia
que nunca comenzó y que se perdió en lo pasado… y la verdad es, que no te quiero en mis sueños porque se que jamás seré yo quien despierte a tu lado...
(Los sueños, sueños son...y cada quien tiene sus propios sueños...buscados, inventados y esquivados...para todos hay, pero en el Blog de Ame podremos tener el poder de inmiscuirnos en algunos sueños....y que la llegada de los Reyes les hayan cumplido sus sueños..)
Yo duermo muy poco, es que nunca he sido de dormir mucho.
ResponderEliminarMe encantó tu relato juevero.
Un beso.
A veces se necesita olvidar el pasado, no es una decisión fácil, esa puede ser la causa del insomnio.
ResponderEliminarUn abrazo.
Coincido con Demiurgo, a veces se necesita olvidar el pasado, porque nos jala hacía el fondo. Soy de sueños y de recuerdos, quizás por ello el insomnio
ResponderEliminarGracias, Mirella, ha sido un placer visitarte, espero también que los reyes te hayan sonreído
Un beso
Hay determinación en tus palabras. Reconocer la pesadilla pero saber hacerle frente. ¿Sabes que se pueden manejar los sueños? ¿Qué puedes cambiarles el final, que puedes volver a soñarlos y darles el verdadero sentido? Eso es la vida. Un sueño que puedes ir diseñando.
ResponderEliminarAl final, es despertar. Renacer.
Un beso enorme y tú texto, con tanta metáfora, precioso.
Si nos proponemos, logramos desterrar hasta del territorio de los sueños todo aquello que nos hace daño...sobre todo los malos recuerdos y los amores no correspondidos. Se puede.
ResponderEliminarUn abrazo
Wowowowowowowowowo!!!
ResponderEliminarMirella te aplaudo, tus palabras son simplemente extraordinarias... tiene un ritmo y una fuerza que, uffff... si lo lees en voz alta seguro que recibes sonoros aplausos.
Un beso.
Madre mía me he quedado sin saber que decir Mirella... En tus letras hay un fuerte golpe sobre la almohada que dice "Basta tienes prohibido el paso, pues si mi vida no es contigo tampoco dances por mis sueños...", increíble lo que trasmites preciosa... Mi aplauso y me quito el sombrero...
ResponderEliminarBesines...
Es genial, la forma en que está descripta esa noche larga, larguísima donde se necesita encontrar el escurridizo olvido. Las he pasado, y me siento muy identificada con las sensaciones que hay en tu relato.
ResponderEliminarTe felicito. Un beso enorme.
Me encantó la forma en que graficas la lentitud del paso del tiempo "las horas caminan en sillas de ruedas, y los segundos cojean con sus muletas, y en medio de ese baile sordo del segundero de un reloj electrónico, me intoxican los kilómetros de distancia y me falta el aire, los pensamientos por mas que los estrello contra las paredes de mi cuarto no se aquietan" muy expresivo!
ResponderEliminarSaludos
Uno de los mejores relatos de este jueves sin duda, me ha encantado como describes el tiempo, y ese "siempre hay quién se va y quién se queda..." y ese no querer soñar con alguien que sin embargo siempre aparece en los sueños. Un beso Mirella
ResponderEliminarTu escrito es una delicia Mirella! Qué bien describes la desesperación de la lentitud del paso del tiempo cuando uno no es capaz de pillar el sueño...y cuándo uno sueña pero esos sueños son solo eso...algo que no va a cumplirse. Enhorabuena, me ha encantado!
ResponderEliminarUn beso
Que maravilla de escrito, el insomnio, la lentitud en el paso del tiempo....mas que sueño pesadilla. Abrazos.
ResponderEliminarUnos sueño se cierran por derribo para más adelante poder construir unos nuevos. Por cierto, te aviso de que lo de contar ovejas no soluciona el no poder dormir.
ResponderEliminarUn saludo.
Me gustaría que te llegara el sonido de mis aplausos. Un texto delicioso perfectamente escrito con una prosa poética que cautiva. Has retratado con precisión de cirujano la lentitud de las horas durante las noches de insomnio y la virulencia con que los pensamientos no deseados perturban ese ansiado descanso.
ResponderEliminarUn abrazo.
Momentos de lujo, como esos minutos que caminan en sillas de ruedas, una metáfora sobre como a veces se mueve el tiempo.
ResponderEliminarBesos.