Soñar
y soñar, soñar en cosas distantes
siempre
con inexactitud, vistiéndolas
o
desnudándolas , pero cada cual a su modo,
cada
cual poseído por un delirio diferente,
sosegado
o precipitado, cada cual preso
en
el escenario maldito de su existencia
iluminada
con luces que atraviesan la distancia.
Basta
un sentimiento atroz para cambiar
todos
los enigmas de un paisaje idílico,
basta
ver a través del cristal de las lágrimas
para
comprobar que todos los puentes se abisman
y
sentir que es imposible dar un solo paso
sin
que el deseo pierda su fuerza y su fuego
bajo
la callada lluvia de las horas.
Tu
pecho ahora palpita
y
en medio de sombras te hayas envuelta,
pero
tal vez mañana o incluso antes
ese
hombre que iluminó tu horizonte
con
una antorcha de sueños en la mano
será
un espantajo ante tus ojos infinitos.
Robarle a la vida un rato de sueño, vale, pero vivir de sueños nunca, el tropezón es más fuerte.!!
ResponderEliminarEs en los sueños cuando amoldamos la vida a nuestro criterio; en la vigilia sucede todo lo contrario, por eso los sueños son tan fantásticos.
ResponderEliminarAún así, nunca hay que dejar de soñar.
ResponderEliminar¡Un beso!
Siempre estupenda amiga.
ResponderEliminarSaludos y un abrazo.