Gracias, Guillermo

He volado a través de las páginas de blogs desde hace mucho tiempo  y desde que empecé a hacerlo he llamado con cariño “mis hijas” a cada uno de los que abrí porque cada día les colocaba algo nuevo…a veces un escrito…a veces algo decorativo…pero siempre trataba de tenerlo lo mas arregladito posible…y se que muchas veces hasta exageradamente recargado…son mis niñas chiquitas a las cuales tengo que ponerles moñitos…lacitos…coloco trencitas o  las visto con vestidos de blondas y faralaos…en fin, que para mi es toda una experiencia esto de hacer blog y lo tomo muy en serio, como también tomo en serio a todos los que comparten conmigo esta afición.

Quizás piensen que he perdido la cabeza al decir lo que voy a poner a continuación, pero el motivar a alguna persona a escribir algo con alguna de mis letras es parecido a tener nietos..jejeje...en serio, es así…es como si parte de mi interior quedara contenido en el alma de algún otro poema…Así lo he sentido hoy al leer un escrito de mi amigo Guillermo, eltravieso inspirado en la siguiente frase de mi poema “Desde fuera del cielo”:

“No me viste llorar escondida bajo la almohada.

ni mirando triste por las ventanas blancas

con la mirada perdida, como perdida mi paciencia…”

Una frase triste, como triste me siento muchas veces….pero es porque soy sensible y las cosas que suceden en mi exterior modifican mi yo interior y me hacen escribir de esa manera. Agradezco mucho a Guille ese gesto tan lindo que ha tenido….cosas como éstas son las que hacen que un día lluvioso brille con un radiante sol…

Te Necesito

Hace un día gris.

La tarde amenaza lluvia.

Pequeños claros, parcheados,

son ahogados sin piedad.

Necesito respirar,

a la vez que ahogarme en respiración

y echar por el sumidero

esta falta de libertad,

que quiere dar

sentido a mi vida.

No importa el lugar

o dónde viajar,

todo va conmigo

prendido a mi piel.

Por eso te llamo a voces

para que me oigas y vengas.

Te necesito pura, blanca, virginal.

Te necesito sumisa y blandita,

para asirte dulcemente,

postrarte en mi cama

y hundir, lentamente,

mi cara en lo profundo de ti,

en lo más recóndito de tu cuerpo

de almohada,

y gritar, gritar

sin que me oigan,

al otro lado de la puerta.

…..oooOooo…..