Ya se acerca diciembre y no quiero que me sorprenda lamentándome
por los rincones con aquello que solo debería ser motivo de felicidad…Cuando se
decide seguir por caminos paralelos, en donde la realidad de un futuro
encuentro se hace imposible, solo queda
desear que todo salga bien del otro lado del riel, porque a medida que no seamos
extrañados también será mas fácil olvidar…
Ya se que los sentimientos no se pueden maquillar así de fácil de
la noche a la mañana…esos no aguantan pintura labial ni rímel en las pestañas
porque afloran sus raíces por cada poro de nuestra piel.. No es fácil…pero difícil
no es, solo hace falta estrenar una nueva sonrisa, una nueva mirada un poco mas
seca que la anteriormente colgada bajo las cejas…una chispa de maquillaje que
se riña con la palidez de tus noches desveladas y hasta una peluca enrulada
puede que sea necesaria con tal de no verte como por dentro te ves…
Tampoco se trata de fingir ni de simular porque a nadie
queremos engañar, es tan solo seguir y volver a comenzar con la sonrisa mas
clara, con un bello recuerdo en el fondo del alma para no hundirnos de hombros
igual que el corazón en las penas, para no reducirnos por resguardar lo poco
que queda, sino mas bien creciendo de los errores cometidos esta vez...
Es la parte buena de hacernos viejos porque entendemos que el
otoño de la vida, lejos de estar lleno sólo de recuerdos, se llena de
realidades….comprendemos que el otoño que vemos fuera, es probable que cada día
ya no sólo esté ahí, afuera...sino también cada vez más dentro de nosotros…y
que para morir de amor…siempre quedara un mañana, pero no ha de ser hoy, porque
hoy pintaré de nuevo una nueva sonrisa en mi cara
Con tu mejor sonrisa, Mirella, me acabo de hacer un tocado para que estos mis pelos se vistan de fiesta de lunes a sábado. La vejez no llega al hombre mientras este tiene proyectos, así que son los proyectos los que detienen el curso del otoño. Besos.
ResponderEliminarA veces resulta muy difícil sonreír, pero siempre hay que hacerlo.
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