Alerta, como un
soldado en una garita
desnudo, como un
chiquillo recién nacido
crispado, como las
manos de un trapecista
planchado como los
trajes de los domingos.
Me defiendo como gato
panza arriba
sin llegar a
distinguir a mi enemigo,
y me enredo con los
hilos de tu vida
y me enfrento a un
inventario de castillos.
Y a veces se me olvida
que solo soy espectador
a veces las canciones
se convierten en ceniza
y el corazón hundido
en un bolsillo de mi pantalón
y la ciudad palpita
con horario de oficina.
Camino con los
cordones desabrochados
enfilo algún bar
abierto al doblar la esquina
presiento la luz
dorada de un escenario
pero las cosas del
alma no se adivinan.
Me despiertan las
noticias en la radio
y me abruma la locura
de los días
y me aprendo de
memoria el calendario
las maneras de vivir
son solo mías.
Y a veces se me
olvida…
Que todo debe
cicatrizar primero
Respecto a nosotros, que siempre podamos mantener, aunque sea, un pequeño rescoldo de cariño y de Amistad.
ResponderEliminarBesicos.
Ese tiempo que va desde que el fuego se acalla en las ascuas y el rescoldo se hace laso y tibio es un bello recuerdo de los días de invierno, de la charla extensa alrededor de la lumbre en dulce compañía de seda y humo.
ResponderEliminarBesos