Luna de serpientes, oscura y ajena, hechicera de los
hombres que pierden la razón entre tu negra cabellera, no le mires a los ojos
cuando por las sierras cabalgue y trate de encontrar justicia, donde quiera que
se halle…
…que llegue de vuelta a mi sin equivocarse en el
camino, y no le atravieses molinos que perturben y llenen de penas, la búsqueda
incansable de mi piel morena…
Que no sea otro Don Quijote que no encuentre a su
doncella y déjale que se tome su tiempo, pero que por favor venga, que yo aunque no pueda ser la Dulcinea que desea, paso
los días esperando que su figura aparezca…
...que llegue contándome historias que hagan
revolucionar mi cabeza y alimente con sus versos cada uno de mis momentos hasta
bajarme una a una las estrellas…
Luna, embrujadora luna, yo también he sido hechicera
y se muy bien que ese hombre, al cual tú le conoces el nombre, puede encontrar
el placer en el ritmo desenfadado de esta mujer cuando mueve los bordes de sus caderas
...y no le metas extrañas ideas, que si su destino es
perder la cordura, que la pierda irremediablemente pero enganchado con descaro a mi cintura…
Es muy fácil perder la cordura,
ResponderEliminarenganchado a tu cintura.
Que se lo digan a esta pobre alma
que entre dos mundos, vaga.