Había una vez
una chica, de cabellos negros, uñas negras con una nariz tan larga, tan larga
que hacía juego con su atuendo negro de bruja cruel…Tenía el corazón del mismo
color y su cercanía enervaba la existencia de quienes se encontraban a su
alrededor…Siempre que ella llegaba se generaban los peores conflictos y los
dragones que la cuidaban y protegían, no tardaban en atacar a sus frecuentes pobladores…
Era casi, casi
tan mala como la bruja del cuento que siempre preguntaba: “Espejito..espejito…hay alguien
mas bella que yo?” y el espejo por temor de ser convertido en mil
astillas de cristal le respondía: Tú…mi niña, tú siempre eres y serás, la mas
bella de este lugar”…
Los años
pasaron y su reino de maldad se extendió por muchos lugares…siempre popular...siempre
perfecta, siempre reina…pero, el tiempo
que todo lo cambia, que todo lo altera, hizo que cometiera un error, un día
ella le mostró a otra hechicera (pero de las buenas), la bondad que escondía
con recelo en un lugar oculto de su corazón y ésta hechicera sintió por primera
vez que quizás algo afligía el corazón de la malvada bruja y que eso era el
motivo de su rudeza…
Luego de
muchas peleas, de dimes y diretes, de ataques frontales y guerras
territoriales, las dos hechiceras hicieron un armisticio y la chica de cabellos
negros…siguió teniendo los cabellos negros, pero la nariz comenzó a ser menos
larga, la verruga desapareció y a corta distancia se podía apreciar que su
corazón presentaba otro color…el color que solo refulge cuando llega el
silencio, cuando cuesta sonreír y asimilar que los sueños se eclipsan y que de
nada sirve escapar de la tristeza cuando su sombra se lleva cosida a los pies…
Llegó el día
de su cumpleaños y todos los invitados fueron llegando uno a uno…cada uno con presentes que ella
misma había pedido…carteras de marca…perfumes caros…flores exóticas y de aromas
distantes…pero de entre todos, ella recibió uno en especial envuelto en un
papel con listón rosa que dentro llevaba escrito:
Querida niña…El
mundo da tantas vueltas que donde no estuviste ayer, hoy estas… y si el amor un
día te hizo llorar pronto te traerá nuevas alegrías…sentir tristeza no es malo,
nos prepara el alma para la llegada de un nuevo renacer…sentir dolor también es
aprender a querer, porque entre cada lamento, desvelo y llanto a escondidas,
puedes hasta lograr que ese dolor se convierta en mas que una enemiga…tu amiga…
La vida solo puede
germinar sobre los escombros de cadáveres que la abonan perpetuamente…unos van
llegando en el preciso momento en que otros se despiden, …no hay promesas que
perduren, solo amores que no se extinguen y sentimientos que trascienden mucho
mas de los adioses… porque no somos dioses….solo somos hombres y mujeres que día
a día tenemos que aprender a vivir y sortear cada cambio que se nos presente…
Se
que tardamos en aceptar que todo cambia en esta vida, pero todo sucede gracias
a ello…ningún día es igual al anterior...ni siquiera el sol calienta siempre
con la misma intensidad…nunca es igual el viento que pasa por el mismo camino…
porque en el amor no ha de ser igual?..
Puede que no
llegues a encontrar otro amor como el que viviste, hay amores que son solo para
una vida...puede que el destino te tenga preparado una nueva ilusión y esa la
ha de reconocer solo tu corazón, pero hay algo que debes siempre llevar
presente…A partir de este momento, solo tú eliges la forma en que quieres
vivir, si quieres cambiar tu mundo, el
cambio comienza en ti…”
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Para los que solo fui sombra..para aquellos que deje huella...escribiré siempre que pueda todo lo que mis divagaciones me hagan sentir...