Quizás sea que
yo soy el tipo mas cursi del planeta, cariño,…pero te aguantas, porque quizás suceda
que yo no se escribir, pero si sentir y en mi corazón, igual que en una mochila,
guardo tus esencias… quizás es que te quiero y me requiebro en tu sonrisa para
sentirme un hombre mejor o quizás, jamás debiera haberte escrito ni una letra…quizás,
sería mejor ser solo el perro que por tí ladra a los infiernos y que los lunes fueran
solo el día donde se entretejen las verdades que solo se dicen cuando se
anuncian las mentiras…. o quizás, tal vez quizás, mi corazón se acostumbre un día
a no acercarse tanto cuando te leo y ser tan solo el guerrero que pretende
llevar como arma tu sonrisa….
Quizás los
sentimientos solo sean dibujos de tus múltiples requiebros, que se muestran
cuando sueño para hacerme sentir el guardián de tus bostezos inconexos… quizás es
que yo, soy tú, convencido que contigo no hay conjugaciones de verbos ni de adverbios
porque quizás confundí el verbo adorar con respirar para adorarte respirando de
tu mismo aire…quizás hubiera sido mejor hablarte, del cálculo del par de labios
que sueñan encontrarse en el desván de los deseos o sobre las caídas de presión
que ocurren en mi cuando te veo, porque si no llegas, la inspiración tampoco me
llega… o quizás, tan solo quizás, sea que el silencio es ese sonido que escucho
cuando mi corazón se para en la presencia del reflejo de tu mirada que no puedo
dibujar ni con palabras…
Quizás tu mirada
sea el escondrijo donde la madrugada teje sus sueños y tus caderas sean el
desván donde la luna se pinta y se cree una mujer…quizás, tu sonrisa sea el
bosquejo donde se esconden las ganas de soñar del viento y las nubes solo sean
siluetas inacabadas del placer…quizás, el vuelo atormentado de las gaviotas sea
el deseo de no poder haber revelado el misterio que se esconde en tus silencios…o
quizás, tan solo quizás, sea que el ruido para mi, solo lo encuentro en el leve
roce de tus labios con los míos
Quizás nunca
estuve tanto como cuando el tiempo se convirtió en fragmentos y en ese preciso
momento, mis labios solo fueron el tapiz donde se pintaban tus labios…quizás es
que se nos acaba el abecedario y la vida se nos ofrece ahora como una atracción
de feria…quizás, solo debería quedarme en quizás y dejar que la rueca de la
madrugada teja hilos con el sedal del vaivén de tu corazón…o quizás, tan solo quizás,
tú le puedas dar orden a este divagar de este hombre, que acelera tus inimaginables
historias escritas porque en el fondo necesita de alguna manera empezar una
ilusión y ser el jardinero fiel que riega las promesas que te hizo de jamás parar
de sentirte ni siquiera para respirar…
Qué vanas promesas
ResponderEliminarlas que embelesan
con rancio abolengo;
las que, allende se asemejan,
a goteantes lenguas.
(ups... jeje)