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“ Sus ojos llevaban guardadas imágenes que se querían trasmitir,
emociones guardadas durante años en que no se conocieron y ahora estaban frente a frente, sin poder decir palabra,…”
Año 1939, las balas cruzaban el cielo como abejorros sin
rumbo, como zancudos sedientos de sangre de alguna extraña isla tropical…una mujer cerraba los ojos
y apretaba los dientes pensando la manera de no decir nada, tan solo se inducía
al silencio para soportar la agresión. Antes de marcharse, el oficial extrae
algo del bolsillo y lo tira sobre la cama sin decir palabra… Ha dejado en la
habitación algo mas que un billete arrugado a manera de insulto….
Hanz vino al mundo en marzo de 1940. El lugar donde su madre
había acudido en busca de ayuda era uno de varios instalados en la Europa
ocupada por la terrible doble SS para cuidar de mujeres solteras embarazadas,
cuyas características raciales sin ascendencia judía era el ideal ario de los
nazis. Al nacer, como varios de los recién nacidos de las casas Lebensborn, cuyo significado era “Fuente de
Vida” Hanz fue escogido bajo la protección del Führer, siendo separado de inmediato
de su madre para ser educado bajo el régimen militar
4 años mas tarde, los alemanes comenzaron a vislumbrar su
derrota por parte de las fuerzas aliadas y muchos de estos centros fueron
abandonados por parte de sus dirigentes, destruyendo documentos de la
procedencia de los niños que luego fueron trasladados a centros de refugiados
para ser adoptados en caso de que fuera infructuosa la búsqueda de algún familiar….Hanz
tuvo mejor suerte...
Una de las mujeres que atendían el comedor de la casa hogar,
se había encariñado con ese niño rubio de tremendos ojos azules y se había interesado en
él desde el principio. Conocía muchos de sus datos por haber estado de
turno la tarde que su madre dio a luz y con la cual intimó por unos días antes de que partiera del lugar, por esta razón se había propuesto dar con el paradero de la madre para devolvérselo. Eran días revueltos en
la Alemania de la post guerra, las familias estaban desechas, las mujeres huían
para evitar ahora el acoso de las fuerzas aliadas…muchas eran violadas por
los soldados del ejército Rojo, que avanzaban ávidos de tomar la ciudad y de
vengarse de los alemanes. Los rusos
primero y luego los americanos fueron una piedra de tranca para que muchas
familias se reencontraran y por esa razón Hanz no pudo encontrar a su familia
de origen.
Adelaida, la mujer que lo protegía tenía miedo que la
asociaran con la casa Lebensborn y huyo durante meses escapando primero a Suiza
y al final terminando a la España de Franco. Todos estos meses casi ni comía y
dormía muy poco, no hablaba con casi nadie para que no descubrieran su acento alemán. Ella tenía una prima lejana
que se había casado con un español de Galicia hace muchos años y hasta ahí se
dirigía. Cargar con un pequeño le había arrebatado casi las fuerzas y no bien llegaron
a Galicia Adelaida cayó muy enferma.
Antes de morir, le confió a su prima la procedencia de Hanz
y le dio todos los datos de su madre así como del lugar donde había nacido
rogándole que hiciera lo imposible por devolverlo a su hogar. A todas estas, Hilda
y Pepe, jamás pudieron tener hijos, así que no era difícil adivinar que Hanz
nunca sabría de su pasado y se criaría como un hijo nacido del matrimonio…sencillamente
guardaron silencio el resto de su vida
España sufría desde el 36 de una dictadura y como casi la totalidad de los países
europeos estaba desbastada por la depresión y la dramática escasez de todo tipo de bienes...mucho dinero invertido en la guerra contra los
alemanes había sido la causa de que empezara un éxodo hacia países latinoamericanos
donde al menos no existía persecuciones políticas y la vida se ofrecía mas
esperanzadora , por esta razón la pareja decidió buscar su destino en Venezuela.
Hace dos años, después de haber tenido una buena vida, Hilda
murió de un cáncer fulminante que se la
llevó en 3 meses y al poco tiempo Pepe la siguió. Hanz lloró la muerte de sus
padres con todo el dolor que un hijo puede hacerlo y mientras revisaba los documentos de la
pareja encontró varias fotografías antiguas y una carta escrita en alemán y que el no entendía. De inmediato
llamó a su hija María y esta a su vez llamó a su suegra que era traductora de
idiomas y la persona que anoche me contó esta historia.
“Mi nombre es Helga
Kahrau - decía la carta - tengo 17 años y vivo en Munich.. Amo este bebe que
llevo dentro pero se que mis padres no van a entender que me enamoré de un
hombre que solo me usó y que ahora no quiere ni verme. Antes de pensar en
perderlo prefiero entregarlo al führer para que pueda ser protegido y criado
con todas las comodidades y privilegios. No renuncio a él por falta de amor, es
por amor que renuncio a él….”
A continuación daba datos de su residencia, del nombre del padre
y del cargo que ocupaba en el ejército alemán, datos de sus abuelos que eran
personas de abolengo en la ciudad y otros datos que la casa Lebensborn pedía
para sus registros.
Hanz duró días para digerir que toda su vida había sido
prestada, que quizás su madre le había querido poner otro nombre, a lo mejor,
él que tanto deseó tener mas hermanos por mucho tiempo quizás no era hijo único….La
conmoción fue general. La familia, que de por si era muy reducida, no podía creer que había mas familia en alguna
parte. María y su esposo Gabriel se movilizaron y a través de internet ubicaron
agencias encargadas de buscar familiares perdidos durante la segunda guerra.
Con los datos de la carta no fue muy difícil hallarla. Helga de 86 años de
edad, aún estaba viva. Muchos años después de la guerra se había casado y se
había marchado a un pueblo al interior en donde tuvo 7 hijos. El mayor de ellos
fue el encargado de darle la noticia a la anciana mujer. Helga nunca ocultó la
historia ni a su esposo ni a sus hijos. Todos conocían la historia de Hanz y
para ellos encontrarlo significaba el final de una larga búsqueda.
Hubiera querido que esta historia que me contaron anoche
terminara con un final feliz, pero no todo es como en los cuentos de hadas…. La
emoción fue muy grande para esta mujer que sufrió toda su vida por la
separación de su primer hijo. Un mes antes de reunirse con su Hanz, Helga fue
encontrada apaciblemente muerta en su cama.
El encuentro entre los hermanos fue el broche final de esta
historia y el principio de una nueva vida para todos los involucrados…Sus ojos llevaban
guardadas imágenes que se querían trasmitir, emociones guardadas durante años
en que no se conocieron y ahora estaban
frente a frente, sin poder decir palabra, solo esa necesidad implícita de
sentir el contacto de un abrazo que dijera mucho mas que con palabras el
momento que estaban viviendo…de este sentimiento florecido después de una
guerra en una Alemania que sigue reconstruyéndose con una nueva imagen y en
donde muchos de los que la sufrieron ya están llegando al final de sus vidas…
Ahora ya no es tiempo de silencios, ahora toda la familia
aprende la manera de comunicarse para borrar toda una historia de dolor y así
como ahí donde las botas alemanas o rusas borraron del mapa aldeas ahora hay flores
y campanas que el viento ha vuelto a mecer, ahí también donde la crueldad humana
destruyó y separó familias enteras, hay nuevas semillas que germinan esperanzadoras de un nuevo futuro en
donde no haya cabida para vencedores ni vencidos …
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Para los que solo fui sombra..para aquellos que deje huella...escribiré siempre que pueda todo lo que mis divagaciones me hagan sentir...